In love

La semana pasada empezaba “Galerías Velvet”, tal y como nos contó Esther aquí. Yo como ella lo vi y me enganché al minuto. Evidentemente que no me enganché por el nivel de la serie, sino que mi motivo era otro, “el Duque”. Y sí, sé que en la serie se llama Alberto pero para mí siempre será «el Duque» y yo siempre querré ser Catalina, o ahora Ana, como se llame ya es lo de menos.

Yo lo vía tranquilamente en  casa, en mi sofá, móvil en mano comentando con mis amigas cada comentario, cada gesto y cada mirada que hacía Alberto o “el Duque”.

(Alejandro cuando quiero ver estas series se retira y la verdad que mejor porque ir oyendo cada dos minutos.: menudo pastel, que cutre, como te puede gustar… es insoportable.)

Y es que a mí me gustan los cuentos de hadas, este romanticismo extremo que no se si realmente existe o como dicen solo ocurre en las películas, que te digan y cito palabras textuales de Alberto a Ana (Paula Echevarría):

–       Ana quiero pasar el resto de mi vida contigo

–       Quiero despertarme a tu lado

–       Tener hijos contigo

Y todo ello además, al más puro estilo de “el Duque”, con aquella voz de macarrilla, gruesa y rasgada, no se puede aguantar.

Hubo otra escena que también me encantó, es una en la que Ana se desmaya justo al pasar por delante de él y él sale corriendo, la recoge y la lleva en brazos hasta el coche, y todo esto el espectador, o sea yo, lo ve a cámara lenta haciendo que la sensación de envidia fuera todavía más insoportable. Comentando la escena con mis amigas se me ocurrió decirles que había pensado en hacer ver que me desmayaba delante de mi marido un día de estos a ver qué ocurría y no sé quién me dijo que mejor no lo probará, porque lo máximo que haría es llamar al 112, que los “duques” o Albertos solo están en las películas. ¿Será verdad?

El lunes pasado tuve una cena con mis amigas y no pude ver el segundo capítulo, el cual tengo pendiente de ver antes del próximo lunes. Me dijo Esther que el segundo ya no le gustó tanto, pero yo con ver un rato a mi “Duque” me conformo, así que yo no me lo pierdo.

Si finalmente hago lo de desmayarme ya os contaré cuál fue el resultado.

Hasta la semana que viene.

Maria