El curioso caso del pie que crece

Como dijo ayer María, es tiempo ya de hacer el cambio de armario y de redescubrir aquellas cosas de la temporada pasada o temporadas pasadas que tenías medio olvidadas.

Digo redescubrir porque en el fondo del canapé y del armario siempre se encuentra el típico jersey que hace siglos que no ves o zapatos escondidos durante siglos.

Yo este finde he redescubierto unas bambas/botas que tienen entre 1000 y 2000 años que todavía me gustan, el problema es que no me van. Como oís, me van pequeñas! Es muy friky lo sé, pero si me van pequeñas es que me ha crecido el pie o se han encongido los zapatos (todos).

Hace ya un tiempo que tenía la mosca detrás de la oreja, la teoría que me había crecido el pie me rondaba por la sesera. Al contarlo, a los más íntimos claro, me decían cosas como «no puede ser», «es que la numeración ha cambiado», «puede ser un tema de uñas largas?.»
Pero con el encuentro de mis antiguas bambas se confirma mi teoría, estamos ante el extraño caso del pie que crece en la edad adulta! A ver, no es que tubiera un 35 y ahora un 40, esto sería preocupante. Hace tres años tenía un 39 y ahora un 40. No veo otra explicación. Ahora mi pregunta es…que pie tendré a los 50?

También me ha pasado por la cabeza estar viviendo el extraño caso de los armarios que encogen zapatos, pero este caso, me parece si cabe más imposible.

Así que tendré que acostumbrarme a vivir con mi crecimiento de pie! Ah y con el crecimiento corporal general también claro.

Mis dos 40 de pie y yo nos despedimos hasta la semana que viene!

Anna