¡¡SUMMER!!

¡Qué horror! ¡Qué frío hace todavía a estas alturas! ¡Y lluvia! Y… sobretodo… ¡Qué ganas de que llegue el verano! El calorcito, el sol, los “shorts”, los helados, el mar, la playa…. mmmh… la playa… los cócktails veraniegos, las puestas de sol, los vestidos fresquitos….

Para muchos ir a la playa, tumbarse en la toalla, ya sea en la arena o bien en la hamaca, bañarse en el  mar y picar algo en el chiringuito, puede parecer  un deporte de vagos, o más bien una afición de vagos. Para mí es sin embargo una de mis pasiones, un relax y una dosis de belleza y tranquilidad. ¿A quién no le sienta bien un poco de color? Parece que estando morenitos todo se ve de otra forma… más guapos, más saludables, ¡Incluso mejor tipín! 😉 ¡Ooohhhh qué ganas!

A mí personalmente, las playas españolas que me tienen enamorada son las del Cantábrico, las de la Costa Brava catalana y las de las Islas Baleares. Siendo unas y otras paisajes y lugares muy distintos donde disfrutar de ir a la playa.

En el Cantábrico es fácil poder bañarte en la desembocadura de un río en el mar, ¡con el agua helada hasta en pleno mes de agosto!, y pudiendo compaginar baños en agua dulce y agua salada bañándote en una u otra parte de la playa. El paisaje Cantábrico es espectacular, con playas a menudo de piedras y altos acantilados a lado y lado… y un paisaje de monte verde a apenas unos metros de las piedras. Es la fusión del mar y la montaña más bonita que existe. ¡Os la recomiendo completamente! Mi padre es asturiano y de pequeña solía pasar allí temporadas. Mi playa favorita es sin duda la de Cueva, dónde desemboca el río Esva. Está cerca de Luarca, un pueblo de pescadores que también merece mucho la pena conocer y es especialmente recomendable para disfrutar de las vistas, para relajarse, pues no hay mucha gente, ¡y para la circulación y la celulitis! El agua está helada y yo jamás he logrado pasar más de 5 minutos dentro. Un consejo: ¡cuidado con las subidas de marea! Llega un momento, por la tarde, que la marea sube y se come prácticamente la playa entera! Y si estás descuidado… ¡se te puede llevar la toalla y el capazo!

Las playas de la Costa Brava son más bien calitas de pescadores, algunas de piedras y otras de arena, pero siempre con una zona ocupada por las barcas de los pescadores locales y aquellos chiringuitos tan característicos con pescadito frito y gambas de Palamós ¡que quitan el sentido! Además el ambiente nocturno de la Costa Brava es maravilloso. Sobretodo para aquellos a los que os gustan las habaneras, los paseos al lado del mar y bailar bajo las lonas de una carpa repleta de gente guapa, modelitos de vestidos de gasa o lino, sandalias, y buen ambiente. ¡Incluso hay terracitas a tope hasta las mil y quinientas! Y un hotel llamado el Gitano, monta unas fiestas en la recepción con gente bailando encima del mostrador que es demasiado…

Pero mi opción preferida son sin duda alguna: Formentera, Menorca e Ibiza. Me tienen robado el corazón desde la primera vez que fui con 18 años… y desde entonces, procuro dejarme caer, al menos, una vez al año…. ¡Por eso estoy encantada de que mi amiga Silvia vida allí! Porqué puedo ir a visitarla; y a la vez relajarme, ver paisajes maravillosos de arena blanca y aguas turquesas, cristalinas, sin apenas olas, por no hablar de chiringuitos chill out en la playa, fiesta a todas horas, y gin tonics delante de eternas puestas de sol…. ¡Juzgad vosotros mismos y opinad! ¿Apetece o no el verano?

Esther