Cuando una tía dice: Nosotros no celebramos San Valentín

Siempre es un día cualquiera de finales de enero o principios de febrero, tomando tranquilamente una caña con amigos y amigas (muy importante que haya amigos del chico y alguna otra pareja), cuando, como si nada y sin previo aviso, una de las chicas pronuncia una frase que aparentemente parece improvisada y sin más intención que hablar de algo “¿Y en San Valentín hacéis algo, vosotros?”.

Tú, como chico atento que eres, en ese momento deberías darte cuenta de que, aunque las chicas están sentadas al lado una de la otra –me refiero a la que hace la pregunta y la receptora de la misma-, el tono de voz, curiosamente parece más propio de una discusión de Sálvame que de una conversación en petit comité en un bar. Y es justo en ese momento cuando otra chica (manteniendo, por no ser menos, el tono elevado) pronuncia la frase clave; la que todas llevan días esperando… “Nosotros no celebramos San Valentín”. Frase corroborada por todas las tías con novio con frases del estilo “a mí me parece una fiesta muy cutre”, “no es para nada una fiesta romántica”, “es una imposición de los americanos”, “ésta fiesta la inventó El Corte Inglés para incentivar el consumo” y un largo etcétera.

Y es ahora cuando mi aportación, os va a ahorrar una bronca: Cómo decía Emma García en su mítico programa El juego de tu vida, “Eso es…¡¡¡MENTIRAAAA!!!”.

¿Cómo no van a querer un regalo ellas cuando llevan semanas rodeadas de anuncios de regalos y corazones decorativos en todos los escaparates? Y lo más importante: ¿Cómo no van a querer un regalo ellas si sus amigas lo tendrán? ¿¿¡¡Ehh!!?? ¿Qué me decís a eso? Las mujeres se comparan entre sí y pagan sus diferencias con nosotros, sus novios, los que decidimos escucharlas y no regalarles nada justamente porqué estuvimos atentos. Y te tienes que tragar sus morros hasta que consigues hacer algo que arregle tu imprudente decisión.

 ¿Cómo podrán ir el día siguiente a su trabajo si tienen que poner cara de póker cuando sus compañeras cuenten que sus novios finalmente les hicieron “un detalle sin importancia” aunque “ellos no lo celebran”?

Pues efectivamente. No las creas. Ellas sí quieren un regalo. Siempre lo quieren. Su propia naturaleza requiere que las adulen constantemente.

Los que ya llevamos años en el sector de la gestión de mujeres (a mi siempre se me ha dado mejor la teoría que la práctica, pero esto lo dejamos para otro día), sabemos perfectamente entender el fondo del mensaje que no es otro que “quiero-que-tú-quieras-regalarme-algo-y-no-que-me-lo-regales-por-que-es-San-Valentín-y-toca-hacerlo”.

No obstante, tengo un amigo un poco novato en el tema, despistado pero muy buen chico, que un año mientras escuchaba la conversación entre su novia y las otras chicas hizo una nota mental, “mi novia no quiere nada en San Valentín”. El pobre, además, estaba muy orgulloso porque esta vez, encima de acertar con el no-regalo, le demostraría que presta atención a sus conversaciones, no cómo ella le recrimina… ¡Dos por uno! Pobre chaval.

Evidentemente, la bronca que le cayó al pobre fue histórica. Él, que quería regalarle algo a su novia, finalmente no le compró nada por qué así lo había anunciado ella. Pero nada, todo esto no sirvió para combatir su cabreo monumental que no sólo le duró unos días sino prácticamente un año lleno de reproches, en todos los tonitos: rajando, de coña, con cara de haber sorbido limones… hasta finales de enero o principios de febrero del año siguiente cuando, hablando sobre San Valentín con las amigas, todas estuvieron de acuerdo en que ellas no celebraban San Valentín. Por suerte, y aunque a veces no lo parezca, los hombres no siempre tropezamos dos veces con la misma piedra.

Josep